Rafael Utrera Macías

Nací (28 Julio de 1942) en Herrera del Duque (Badajoz) donde mi padre ejercía como médico. Estudié el Bachillerato en los Institutos de Badajoz y Mérida; en Preuniversitario modifiqué la opción de Ciencias en beneficio de las Letras ya que la docencia de la Literatura comencé a sentirla como vocación y profesión acaso motivada por la influencia de algún buen profesor y por el ambiente familiar con mayoría de maestros y profesores sobre otras dedicaciones. En paralelo con los últimos años de las enseñanzas medias cursé la carrera de Magisterio en la Escuela Normal de Badajoz, finalizada en 1961, por lo que mi primer título fue el de Maestro de Primera Enseñanza.

Elegí Sevilla para seguir los estudios de Filosofía y Letras y en su Facultad inicié los cursos comunes correspondientes a los dos primeros años. La ciudad me deslumbró desde sus muy diversos ámbitos pero el cultural, en sus variadas facetas, me dejó fascinado y a él me entregué no sin peligro para la tarea académica, acaso menos atractiva en su conjunto que la “labor de pasillos” y alrededores donde la creación artística en sus diversos foros ejercía poderosa influencia sobre buenos y malos estudiantes. Como las especialidades de Historia eran las únicas ofertadas por la Universidad hispalense y era mi propósito estudiar Filología Románica (que permitía ejercer como profesor de Lengua y Literatura) trasladé matrícula a la Complutense de Madrid en cuya Ciudad Universitaria aprendí la árida ciencia lingüística y la más agradable vinculada a la literatura. Los ámbitos paralelos a las aulas marcaron la formación de un estudiante atento a cuantas novedades artísticas ofrecía la capital. En el curso 1967-1968 recibí el título de Licenciado en Filosofía y Letras, Sección de Filología Románica, por la Universidad Complutense.

Sería muy incompleto este subjetivo currículum si, en paralelo con las etapas señaladas, no se mencionara mi interés por el cine. De ser entretenimiento infantil y materia coleccionable además de ocio dominguero, pasa, en la plena adolescencia, a ser motivo de preferente atención, de incipiente objeto de estudio, de aprendiz de “crítico” cinematográfico; efectivamente, en la revista escolar multicopiada del Instituto de Badajoz garabateamos los primeros comentarios a las entonces películas de estreno en una pequeña capital de provincias; un año después, diferente cabecera, impresa ya con varias tintas, recogía en su página cinematográfica las críticas del estudiante. La asistencia a algunas sesiones de Cine-club donde el poeta Manuel Pacheco leía sus originales creaciones a Bergman o a Tatí, a Mac Laren o a Charlot, junto a las presentaciones cinéfilas de sus directivos revelaban que más allá de la pantalla existía un universo mágico y artístico al que se podía acceder con dedicación y lecturas.

Posteriormente, el ambiente cultural sevillano antes mencionado ofrecía teatro, representaciones cómicas y dramáticas, presentaciones de libros y sesiones de cine-clubs, incluso una radiofonía que en poco se parecía a la oficial o a la comercial. El “descubrimiento” de Radio Vida y del Cine-club Vida, en los inicios de los años sesenta, permitía encontrar una pluralidad de fuentes culturales donde el cine (es decir El Cine) tenía ejemplar consideración, devota contemplación y racional enjuiciamiento. Un “Curso sobre Cine” impartido por profesionales de los medios citados permitió a algunos estudiantes sevillanos recibir una cierta educación cinematográfica y a otros, además, incorporarnos como colaboradores tanto a las tareas cineclubísticas como a las radiofónicas. Del mismo modo, en el propio recinto académico se iniciaron las primeras sesiones del Cine-club Universitario (Salón de Actos de Filosofía y Letras primero y Pabellón de Uruguay / Casa del Estudiante después) cuya dirección ejercimos en los cursos sevillanos correspondientes.

El traslado a Madrid nos permitió, más allá de comenzar los estudios de la especialidad, mantener la dirección del Cine-club Universitario de la Complutense (con local prestado en el Parque Móvil de Ministerios) y comenzar la colaboración en la revista especializada Film Ideal. De otra parte, las continuas visitas a la Escuela Oficial de Cinematografía (EOC) junto a las proyecciones de Filmoteca Nacional nos dio la oportunidad de conocer a acreditados profesionales del cine y de la televisión españoles, algunos de ellos alumnos de la mencionada EOC, así como entrevistar a directores y actores internacionales que rodaban por entonces en los estudios Bronston. Si en Sevilla el propio Orson Welles concedió larga conversación a los jóvenes cineclubistas, en Madrid, como miembro del equipo de redacción de la citada publicación, pudimos hacerlo con Nicholas Ray, Henry Fonda y otros nombres míticos.

El paso de estudiante al ejercicio de la profesión se produjo, como hemos dicho, en el curso 1967-1968 y tuvo lugar en centros de enseñanza situados en las poblaciones extremeñas de Almendralejo y Fregenal de la Sierra; desde el año 1970, ya en Sevilla, ejercimos la docencia en centros públicos o privados como profesor de Lengua y Literatura en Bachillerato y con especial dedicación a estas materias en el Curso de Orientación Universitaria (COU). En la década de los setenta colaboré en revistas andaluzas y en periódicos sevillanos donde, en grupo primero y en solitario después, mantuve durante varios años una página semanal de información, comentarios y ensayos cinematográficos. Del mismo modo, comenzó mi colaboración en volúmenes colectivos editados por la Universidad de Sevilla con temática literaria y cinematográfica.

Desde este momento, orienté mis intereses investigadores por los paralelismos, entrecruzamientos y distanciamientos entre el Cine español y la Literatura española; del mismo modo, las peculiaridades del denominado cine andaluz o cine de y sobre Andalucía en su tratamiento histórico y sociológico además de revelador de señas de identidad caracterizadoras de modos de ser y de vivir. Las generaciones literarias del 98, del 27, además de contemporáneos y novísimos ofrecían un campo de estudio donde el entrecruzamiento de sus intereses literarios se expandía a zonas de marcado carácter cinematográfico y cuyos resultados no habían sido tenidos en cuenta, al menos en toda su integridad, por investigadores y ensayistas precedentes.

La década de los ochenta nos dio una triple oportunidad: dirigir los Cursos de Formación Cinematográfica financiados por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria, iniciar los estudios académicos de Doctorado y comenzar a impartir una asignatura de Cine Español en los Cursos de Extranjeros implantados en la Facultades de Letras. Los primeros se mantuvieron durante una década analizando filmografías relativas a autores nacionales y extranjeros, a géneros cómicos o dramáticos, etc. En 1988 leí la Tesis Doctoral, primera de tema audiovisual defendida en la Facultad de Letras hispalense, lo que me aportó el título de Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla.

En 1990 me incorporo a la Facultad de Ciencias de la Información tras obtener plaza, mediante concurso de méritos, de Profesor Asociado a tiempo parcial para impartir la asignatura de Historia de los Medios Audiovisuales. Al curso siguiente me integro en la docencia universitaria con dedicación plena al tiempo que soy nombrado Secretario de la Facultad en el mandato del decano Profesor López Arenas. La condición de funcionario de carrera como Profesor Titular de Universidad, mediante oposición, la obtuve en el año 1994. Desde entonces y hasta el curso 2008-2009 he sido, por continuados nombramientos rectorales, coordinador de la asignatura de Imagen en Bachillerato y Pruebas de Selectividad en el distrito de Sevilla y durante varios años coordinador de las mismas en Andalucía; la desaparición de la mencionada materia en virtud de reformas del sistema me permitieron abandonar tal cargo tras quince años de dedicación a él.

Del mismo modo, en el citado 1994 fundé el grupo Eihceroa, cuyas siglas responden a Equipo de Investigación en Historia del Cine Español y sus Relaciones con Otras Artes (HUM-0443). Han pertenecido o pertenecen a él distintos profesores e investigadores vinculados al área de Comunicación Audiovisual. En el transcurso de estos años se han publicado siete volúmenes colectivos; cuatro de ellos con financiación oficial en su mayoría de la Junta de Andalucía; tras su edición en papel han pasado a formar parte de la Biblioteca Cervantes Virtual (Cervantesvirtual.com); los demás han sido publicados con financiación privada y siguen distribución comercial. Paralelamente a estas ediciones, el grupo investigador ha publicado Cuadernos de Eihceroa: siguiendo los mismos criterios, sus artículos y ensayos han aparecido en edición de papel y, posteriormente, han ido pasando a la revista Frame, publicación en la red dependiente de la Biblioteca de la Facultad de Comunicación, donde disponen de página propia.

En el año 2000 me fue concedido el tercer sexenio de investigación. De acuerdo con lo reglamentado por la Universidad de Sevilla, cuando un profesor titular obtiene dicho complemento, dota la plaza para que salga la cátedra correspondiente a oposición libre. Esta se celebró a comienzos de 2004. La obtuve con la unanimidad del tribunal que me juzgó y tomé posesión de la misma el 4 de Abril del citado año.

Los años de Universidad me han permitido continuar la tarea docente en materias vinculadas al audiovisual y con preferente atención a la Historia del Cine Español y a las relaciones entre cine y literatura; del mismo modo, he mantenido las mismas líneas de investigación anteriormente practicadas. Por evaluación del alumnado me fue concedido el reconocimiento de Excelencia Docente por la Universidad hispalense en el curso 1998-1999.

Cuanto decimos es aplicable igualmente a las diversas Tesis Doctorales que he dirigido; el criterio seguido para las mismas es que la tarea investigadora del doctorando tuviera un referente al que acudir y, al tiempo, el director una posibilidad para aprender; y todo ello en un clima de relación maestro-discípulo donde no debió faltar la amistad. El resultado ha sido más que satisfactorio para quien esto escribe no sólo por el sobresaliente cum laude por unanimidad otorgado a cada una de ellas por los respectivos tribunales sino además porque todas están publicadas por editoriales universitarias o parauniversitarias.

El día 6 de Junio de 2012, en razón de mi jubilación por haber llegado a la edad máxima establecida por la ley, me fue tributado un homenaje académico de despedida organizado por el Departamento de Comunicación Audiovisual, Publicidad y Literatura de la Universidad de Sevilla en la Facultad de Comunicación seguido de almuerzo en restaurante sevillano. Desde aquí, quiero mostrar mi profundo agradecimiento a cuantas personas lo organizaron e intervinieron, no sin poner de manifiesto por mi parte lo inmerecido del mismo y la generosidad de autoridades académicas, profesorado, alumnado y personal de administración y servicios. El lector interesado encontrará fotos del mencionado acto en el apartado correspondiente de esta web así como, en los demás bloques, pormenorizado detalle de cuanto hasta aquí se ha venido diciendo.

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